martes, 19 de septiembre de 2017

Ludwig


[35] Es una gran tentación querer hacer explícito el espíritu.

[57] Luchamos con el lenguaje.
        Estamos en lucha con el lenguaje.

[59] El pensador se parece mucho al delineante que quiere marcar todas las conexiones.

[88] Con frecuencia, los filósofos son como niños pequeños, que empiezan por hacer rayas caprichosas con su lápiz sobre un papel y después preguntan a los adultos: «¿qué es?». Lo que sucedió fue esto: el adulto le había dibujado muchas veces algo al niño y le había dicho: «esto es un hombre», «esto es una casa», etc. Y ahora el niño pinta también rayas y pregunta: «¿qué es esto

[202] Con frecuencia, decir la verdad es sólo un poco más incómodo que decir una mentira; más o menos tan difícil como tomar café amargo y no dulce; y sin embargo me inclino fuertemente a decir la mentira.

[217] Nuestras mayores tonterías pueden ser muy sabias.

[241] Cuando el blanco se convierte en negro, algunos hombres dicen: «En lo esencial sigue siendo igual.» Otros, en cambio, cuando el color se oscurece un tanto dicen: «Ha cambiado por completo.»

[279] El hombre ve bien lo que tiene, pero no lo que es. Lo que es puede decirse que es como su altura sobre el nivel del mar, que por lo común no puede apreciarse sin más. Y la grandeza o pequeñez de una obra depende de dónde esté  «quien la hizo». También podría decirse: nunca es grande quien se desconoce a sí mismo: quien se engaña.

[365] ¡No te intereses por aquello que, supuestamente, sólo tú comprendes!



Wittgenstein, Ludwig, Aforismos.

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