domingo, 10 de septiembre de 2017

A propósito de

En los casos de intervenciones desafortunadas que terminan con un apasionado linchamiento público -dentro de parajes digitales como Facebook-, confieso la falta de un juicio concluyente. El anatemizar de modo tan enérgico al sujeto me resulta un exceso, y uno tiene siempre la extraña impresión de que el odio ya estaba ahí mucho antes de que se cometiera la gaffe. En 'Ulrica', uno de los relatos de Borges que más invita a la relectura, se dice que 'lo que decimos no siempre se parece a nosotros'. Y es verdad, nos parecemos más a lo que sabemos esconder, creo yo. No tengo un juicio concluyente.

4 comentarios:

  1. El relato de Borges está muy bien, pero a mí el linchamiento en las redes sociales me recuerda más a los fariseos que querían apedrear a María Magdalena.

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  2. [Que lo que escondían no era precisamente su odio, su ignorancia, sino todo lo contrario]
    Saludos, poeta.

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  3. Buenas tardes, Adolfo. La mención del relato fue interesada, recordé esa frase memorable que contenía, no pretendía comparar los sucesos. La verdad es que este tipo de cosas, tanta inquina expresada, dejan a uno sumido en un completo desasosiego.

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  4. No sé. Supongo que vale más pasar completamente del tema y centrarse en otras cosas. Por ejemplo, en "Otra meditación en Salave".


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